"Pan, agua e Internet"

jueves, 25 de noviembre de 2010

Viaje a un mundo 2.0

                Este es un posteo que intenta, humildemente, integrar los contenidos vistos durante el cuatrimestre en el Seminario “Comunicación y medios en tiempos 2.0”.  Hemos llegado al final de este recorrido, y si bien esperamos que no sea también el final del camino para este blog, con el cual nos hemos encariñado, desconfiamos de nuestra voluntad para mantenerlo (somos pocos y nos conocemos mucho, no engañamos a nadie). Parece oportuno esbozar algo (humildemente, repetimos) a modo de conclusión (más allá de que este posteo responde indudablemente a una propuesta catedrática).
            En el primer eje, tratamos el tema de las redes sociales - que se encuentran de moda en este momento- como Facebook, Twitter, entre otras; y la participación de los usuarios en las mismas. Concluimos en que se genera una necesidad constante de pertenencia, de inmediatez, y de no “quedar afuera”.
            En este sentido, Facebook plantea la premisa de “existir”, no sólo en la web sino también en los círculos sociales de interés para cada persona. Esto lleva al usuario a construir una apariencia mediante un perfil, buscando la aceptación de la sociedad.  Elige minuciosamente la foto que más lo favorezca, los gustos, intereses y actividades que cree que son “bien vistas” en su grupo social; con el que busca identificación.
            Con los avances de la tecnología y los cambios que ésta implementa, la vida cotidiana de los individuos se ve alterada y también modificada. Los sujetos se encuentran inmersos en el mundo de la web 2.0 donde dejan de lado su intimidad, y esta pasa a ser protagonista. Como expresó la autora Paula Sibilia, se concibe un nuevo concepto denominado “extimidad” para reemplazar la noción de intimidad.
En este sentido, con el boom de las redes sociales, la atención se focaliza en “ver la vida de cualquiera”. Éstas aumentan el yo (sociedad yoísta), pero colaboran en la relación de los usuarios intensificando vínculos sociales por la frecuencia de la comunicación. En este sentido, los usuarios conforman una sociedad donde pretenden hacerse visibles y transformar su vida en un espectáculo. Así es como se hace público, algo que hasta hace poco era “la vida privada”.
“En el seno de una sociedad altamente mediatizada, fascinada por la incitación a la visibilidad y por el imperio de las celebridades, se percibe un desplazamiento de aquella subjetividad ‘interiorizada’ hacia nuevas formas de autoconstrucción. Se habla de personalidades alterdirigidas y no más introdirigidas, construcciones de sí orientadas hacia la mirada ajena o exteriorizadas, no más introspectivas o intimistas”, afirma Paula Sibilia. Paralelamente a esta necesidad de construir su identidad ante el mundo, los usuarios de las redes sociales también experimentan curiosidad por la vida privada de sus pares. Las redes sociales, por eso, operan en dos niveles diferentes: la autoexposición y la exploración de los otros. Un usuario de Facebook puede encontrarse al mismo tiempo escribiendo una nota con contenido profundamente personal e íntimo y mirando fotos de momentos altamente significativos en la vida de sus amigos virtuales. La vida privada ha irrumpido en el espacio público, pero también nosotros irrumpimos en ella.  
            En las redes se apela a la utilización de microcontenidos, donde convergen distintos sitios web, compartiendo enlaces sobre temas determinados. Lo más frecuente, son los enlaces a YouTube para mostrar videos que al individuo le interesan, fragmentos de canciones o películas, frases de libros. Es decir, fragmentos de obras de arte que son extirpados del contexto que el artista imaginó para ellas. Y eso también es una forma en la cual el usuario se construye a sí mismo ante el mundo. Ya no sólo es considerado divertido al individuo que produce un video humorístico, sino también a quien lo publica en su Facebook. He aquí un interesante intercambio mediante el cual se construye identidad: eligiendo qué contenidos creados por otros usuarios sirven para representarnos a nosotros mismos.
La esfera social y el nivel de popularidad ya no sólo se miden en el mundo real. Resulta hasta, a veces, más eficaz “evaluar” a una persona a través de su perfil de Facebook. Valen más, para la sociedad 2.0, los amigos en Facebook (que hasta pueden ser completos desconocidos) que los pocos amigos reales que un individuo pueda tener.
Estas consideraciones no pretenden indicar que los usuarios de Facebook dedican profundas reflexiones a la construcción de su perfil. La mayor parte del tiempo lo viven y lo usan con naturalidad y aparentemente espontaneidad. La selección de los contenidos se realiza mediante un filtro muchas veces subconsciente.
Se construye entonces una comunidad que pareciera independiente de la comunidad física. Se evidencia una horizontalidad que aparentemente subvierte el esquema vertical del poder tradicional. Si una persona común y corriente es “amiga” de un político poderoso, ¿los ubica acaso esta relación en el mismo nivel de notoriedad? Claramente no, pero el individuo se sentirá un poco más cerca de este ente inalcanzable que hasta hace poco era ese político. Por otra parte, los procesos que determinan la influencia y el alcance de la voz de cada uno en internet son mucho más flexibles y sutiles que en los medios tradicionales. No hace falta ser parte de un medio poderoso, ni adinerado ni tener un nombre prestigioso para llegar (potencialmente) a millones de personas. El poder en internet se reparte más equitativamente, el individuo común y corriente puede ir construyendo su reputación en base a contenidos generados por él. Es un poder construido desde abajo y legitimado horizontalmente por los mismos usuarios.
Esta subversión del poder de alcance de cada voz, ¿significa la muerte de los medios tradicionales? No necesariamente. Una respuesta más acertada parece provenir del término convergencia. Como ya señalamos anteriormente en otras publicaciones, con convergencia nos referimos al “flujo de contenido a través de múltiples plataformas mediáticas, la cooperación entre múltiples industrias mediáticas y el comportamiento migratorio de las audiencias mediáticas”, con especial énfasis en la renovada importancia de los usuarios, ya no meros consumidores, sino también posibles codesarrolladores.
Que propongamos la convergencia significa que los medios tradicionales no están (todavía al menos) irremediablemente en vías de extinción. El instinto de supervivencia permite la adaptación, y ésta es la clave en la dinámica actual. Como señala Jenkins acertadamente, ni la palabra escrita mató a la palabra hablada, ni el cine mató al teatro, ni la televisión mató a la radio. Estos medios se vieron obligados a coexistir. Lo mismo sucede actualmente, pero no exactamente: los medios no sólo coexisten, también convergen. Y esto es posible porque la web 2.0 permite la integración y la interacción de todos ellos.
Es natural el interés de las grandes compañías por las redes sociales (quizás hacemos hincapié en Facebook porque es la que más familiarizada tenemos). Todas esas millones de identidades construidas socialmente y esas relaciones interpersonales y círculos sociales plasmados implican, cuándo no, inimaginables posibilidades de publicidad y marketing, es decir, oportunidades de ganar (mucho) dinero.
Por lo tanto, nadie quiere estar ausente, ni las empresas que quieren vender productos o servicios, ni los políticos que quieren sumar electores, ni las organizaciones que quieren atraer benefactores para sus causas humanitarias. En este sentido, puede decirse que (salvando las distancias, teniendo en cuenta el filtro económico que hace que no todos tengan acceso a internet) en la web 2.0 se encuentran las características de un espacio público tradicional. Principalmente, porque es escenario de intercambio de opiniones y de lucha por reconocimiento, aunque se dan de acuerdo a pautas nuevas, cambiantes, que aún estamos intentando comprender.
Como escuchamos hasta el cansancio en las aulas de la Facultad de Periodismo, todo es Comunicación, y por ende es natural que la web 2.0 esté constantemente atravesada por ella. Y si bien esa afirmación es un tanto (bastante) vaga, suena acorde al tono de los procesos que se dan en Internet: indefinidos, ambiguos, confusos. Tan amplios que no llegamos a comprenderlos. Quizás nuestro papel como comunicadores sea no ser ingenuos ante todo eso que nos pasa por al lado en estos cambiantes ámbitos cibernéticos. Entrenarnos no sólo para idear perfiles institucionales eficaces en las redes sociales, sino también para reconocer las tensiones y los intercambios significativos que se dan en el marco de estas transformaciones.
PAN, AGUA E INTERNET. Todo lo que se necesita para vivir en el mundo 2.0

miércoles, 17 de noviembre de 2010

ONG y las herramientas 2.0: “Asociación Revivir”


                La Organización No Gubernamental “Asociación Revivir” es un centro de rehabilitación para personas con adicciones. Se ocupa de la asistencia, prevención, rehabilitación y posterior reinserción social de personas con adicciones a sustancias – droga y alcohol- especialmente a los jóvenes.

                Cuenta con cuatro establecimientos distribuidos en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires. La misma no posee ayuda ni subsidios del Estado, por lo que acuden a colaboraciones de la sociedad, ya que llevar a cabo los tratamientos es muy costoso.

                El proceso se lleva a cabo en forma interdisciplinaria de cada área con médicos, psicólogos, auxiliares terapéuticos, docentes; entre otros. Además, se lleva a cabo una terapia individual y grupal para la persona en tratamiento, al igual que para sus padres, tutores, y allegados.


                En cuanto a las herramientas 2.0 que utilizan para su difusión en la web, cuenta con sitio oficial http://www.revivir.org.ar/el cual es muy completo, y brinda la información necesaria para acercarse a la institución o realizar alguna consulta on line.

                Por otra parte, utilizan Facebook, pero en él manejan poca información. Sólo proporcionan enlaces a Youtube para ver los videos de la graduación de las personas en tratamiento. Creemos que esta red social, debería ser explotada al máximo, buscando mayor interacción y llegada hacia a los jóvenes.


                Además, poseen una cuenta en Twitter, pero no contiene información. Sólo enlaces de videos –los mismos citados anteriormente- y tiene poco seguimiento de los usuarios. Sería interesante, que se avoquen a divulgar otro tipo de información que no aparezca en el sitio oficial, por esta red social y que interactúan en la misma.

Comunicación política 2.0

Para abordar el eje de Comunicación Política en relación a la web 2.0, Augusto Erbin* – asesor de comunicación y consultor en marketing político en Internet- nos brindó una charla para explicar esta temática.


                Apuntó como principales puntos al cambio, las herramientas, las campañas y la comunicación en los gobiernos. Para ejemplificar esta premisa es válido tomar el caso del Blog de Planalto, propuesto por el equipo de comunicación del presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva.

                Asimismo, explicó el panorama en los medios y el avance de la tecnología a lo largo del tiempo y lo graficó en el siguiente orden:
-          Imprenta
-          Teléfono
-          Registro de contenidos (cine, fotografía)
-          Radio
-          TV
-          Internet y medios sociales
Internet es la única que abarca los aspectos desarrollados anteriormente, y los fusiona en un solo soporte.

                Erbin hizo referencia también, a la transformación del ciudadano 2.0 y lo denominó “prosumidor”, ya se destaca por ser participativo, consumidor de información y –a la vez- productor de información. Así, se generan nuevas audiencias que modifican la comunicación, y producen un quiebre en el consumo.

                Explicó el auge del mercado de los productos de nicho, y cómo las redes sociales fueron concibiéndose como productos de nicho: Facebook, blogs, Twitter, Youtube; entre otras.

                Para concluir, nos contó cómo en la web 2.0, genera un “periodismo participativo” donde la información es proporcionada al momento del hecho, hay un acceso masivo a las tecnologías, socialización de la información, protagonismo ciudadano; y una integración del periodismo ciudadano al periodismo tradicional.




* Es Licenciado en Periodismo  y posteriormente se especializó en Comunicación Corporativa, Comunicación Interna y en Comunicación Política y Campañas Electorales, E- Business y en Formulación de Estrategias de Gobierno Electrónico en la Organización de Estados Americanos (OEA/OAS).

miércoles, 10 de noviembre de 2010

            La Organización No Gubernamental elegida para analizar es “Un techo para mi país”, esta organización es liderada por jóvenes voluntarios, presente en 16 países de Latinoamérica. Realiza construcciones de viviendas de emergencia y desarrollo de planes integrales de habilitación social.

            Busca mejorar la calidad de vida de las familias que viven en situación de pobreza, denunciar la realidad de los asentamientos precarios e involucrar a la sociedad en su conjunto logrando que se comprometa con la tarea de construir un continente más solidario, justo y sin exclusión. *
            El sitio web de “Un techo para mi país” Argentina http://www.untechoparamipais.org/argentina/ proporciona información acerca del trabajo realizado por esta institución. Muestra el proyecto por el cual se mueven las empresas que colaboran con fondos, materiales; entre otros – a través de banners- para llevar a cabo las construcciones. También, permite al usuario realizar una colaboración y ser parte de esta ONG trabajando como voluntario.


            Posee un link con preguntas frecuentes que el usuario puede plantearse y allí proporcionan respuestas, así también, como una galería de imágenes de la etapa de colecta y construcción. En el link, “El techo en los medios” muestran titulares de diarios donde el techo se hace presente en diferentes medios gráficos.

            Por otra parte, tiene un sitio con noticias a nivel nacional e internacional de las tareas que se llevan a cabo. Hay un sector denominado “Contacto” donde proporcionar números de teléfono para comunicarse con los directores y las oficinas de “Un techo para mi país”.

            Desde el ámbito de la difusión de esta ONG a nivel de las herramientas 2.0, utilizan redes sociales como Facebook y twitter para publicar noticias acerca de lo que realizan. También, suben fotos y comunicados sobre las construcciones.



            Desde nuestro punto de vista, creemos que al ser una ONG organizada por jóvenes, es fundamental su presencia en estas redes sociales tan masivas para acercarse a los jóvenes, comunicar su proyecto y generar el deseo de sumarse a “Un techo para mi país” y ser parte del mismo.

            En este sentido, cuenta también, con un canal de Youtube http://www.youtube.com/user/techoargentina que proporciona videos institucionales y grabaciones durante el trabajo de los voluntarios. Creemos, que este material, es de gran aporte para los interesados que quieran conocer sobre el trabajo que realizan y no tienen acceso a partir de los medios de comunicación tradicionales, ya que esta información es de escasa difusión.


            Nos parece muy importante la concientización que realiza “Un techo para mi país” para la erradicación de la pobreza extrema en América Latina. Su labor, y la adhesión de muchos jóvenes es fundamental para lograr este objetivo.




* Carta de presentación  “Un techo para mi país”